EL PASADO OLVIDADO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA
España
es un país, una sociedad, con una historia, con su historia. Pero,
¿esta historia es real?
Cuando
vamos por el mundo, a los españoles se nos conoce, en muchas
ocasiones, por nuestra gastronomía, nuestra cultura, nuestras
costumbres, etc. Pero, ¿y nuestra historia? ¿La sociedad española
sabe lo sucedido en el período que va de 1939 a 1975? La gente que
visita nuestro país, ¿conoce la historia de España?
A
día de hoy no, ni tan siquiera la mayor parte de la sociedad
española conoce lo sucedido durante el Franquismo: los casi 15.000 o
20.000 personas que padecieron en los campos de concentración de
Franco; los entre 1.500-3.000 prisioneros que fueron fusilados; sus
casi 300 campos de concentración esparcidos por todo el territorio
español; las miles de personas que intentaron refugiarse en Francia
pero perecieron en su intento o fueron obligadas a retornar a España,
etc.
Muchas
veces, escucho que fue una Guerra Civil, en que murió un gran número
de personas de ambos bandos; y es verdad, pero la dictadura llega
cuando Franco asume el poder por la fuerza y todas las personas
contrarias al Régimen o sospechosas fueron perseguidas, torturadas y encarceladas, entre otras cosas.
La
España que vive a día de hoy es una España que ha intentado borrar
y sigue intentando borrar los crímenes sucedidos durante esos años,
con la finalidad de que los propios españoles y los extranjeros
crean en una nueva historia. Todo ello, gracias a que el propio
Estado español se niega a investigar los crímenes ocurridos durante
el franquismo y obstaculiza algunas investigaciones que se han
intentado abrir y realizar desde otros países, como Argentina, por
ejemplo. Es un asunto que se ha intentado obviar por parte de ciertos
políticos españoles. Por su parte, el sistema educativo español
tampoco contribuye al estudio de la verdadera historia de la España
sometida al franquismo. Todo esto provoca un déficit en el conjunto
de la sociedad española, ha creado un país enfermo al que se le ha
robado la memoria, con un desconocimiento absoluto y una falta de
información e insensibilidad.
Hemos
de tener en cuenta, sobre todo, la generación que más lo padeció
en sus propias carnes, principalmente porque estuvieron en los
frentes de la Guerra, la Generación de la Guerra Civil; por lo
tanto, la de nuestros abuelos y abuelas, personas que en el año 1936
eran jóvenes, con una carrera profesional y estudiantil por delante
que les fue truncada, arrebatada y rota; esa generación está
muriendo, desapareciendo por razón de su edad. Por lo tanto, los que
lo pueden contar en primera persona ya no estarán entre nosotros en
breves años, y se perderá una fuente muy valiosa de parte de
nuestra historia por preservar.
A
diferencia de Alemania, donde está condenado el nazismo, donde el
país y la sociedad en su conjunto han hecho un trabajo de
arrepentimiento y de petición de perdón a las víctimas por los
acontecimientos ocurridos durante el Holocausto, España sigue
negando una y otra vez su pasado, un país que, a día de hoy, se
rige aún por la Monarquía y la Iglesia, con un sistema caduco que
permite el culto al franquismo por medio de organizaciones y
fundaciones, por medio de monumentos, por ciertos canales de medios
de comunicación, por ciertos tertulianos y por ciertos partidos
políticos. A la vista están las consecuencias que se provocan en un país que
no trabaja bien su historia, que solo mira los problemas del
nacionalismo en algunos territorios, que provoca un patriotismo
español malentendido, igual que un fervor independentista poco
racional en algunos territorios; una sociedad que se mueve más por
el corazón, y que deja de lado la razón, y de la cual los partidos
políticos sacan un provecho infinito sin que atienda a la razón. La
clase política que tiene este país es el reflejo de la sociedad.
España
es un país con su historia; y hasta que no asuma su pasado y lo
afronte, va a seguir siendo una sociedad que prefiere vivir de
espaldas a la realidad. Sin duda, no madurará hasta que cambie de
actitud.
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